EDUCACION
26 de julio de 2025
Educación descolonizada ya!

GUATEMALA:
Una de estas mañanas, las calles del pueblo2 se tornaron algo raras, después de
cada dos mes sin clases. Muchos jóvenes y niños llenaron las calles. Unos
corriendo, otros caminando, algunos con algún leño en la mano, otros con un
poquito de agua, la leña para cocinar el atol y el agua para echarle al atol o para
lavarse las manos o lavar los trastos.
Por: Kajkoj Máximo Ba Tiul1
A algunos se les miraba con una cara que se acababan de levantar, otros como que se habían desvelado. Algunos comentaron que les habían puesto un mensaje ayer para presentarse al establecimiento. Muchos ni habían realizado el trabajo que les dejaron desde hace dos meses. Caminado por las calles, encontramos a dos señoras que corrían con sus hijos o nietos (porque ahora se acostumbra que son los abuelos o las abuelas quienes van a dejarlos a la escuela). Iban platicando y de pronto escuchamos para de la conversación. Dos señoras estaban hablando y mientras nosotros espantábamos los perros que no nos dejaban pasar, escuchamos la siguiente conversación: ¿Xoj na awakun pan escuela? (fue tu hijo a la escuela), le grita una señora a su vecina. ¡Jo’ xoj! (si se fue), le contesta la otra. Ma’ raaj ta naq chik wuktik (ya no quería levantarse). Tob’ xa jenaj xaman, na ko ji look (Que bueno que ya solo una semana van a ir) le contesta la otra. Chaj ware’ (por qué) le contesta la vecina. Re’ xaman naj naritojki re nimq’ij (la próxima semana comienza la feria del pueblo). Korik wo a we’ (es cierto). Con eso, quiso decir que las “vacaciones” iban a seguir. Más de dos meses de no ir a la escuela, se hace costumbre que se levantan tarde, que dejan a un lado sus tareas, mientras algunos niños apoyan en el trabajo del campo, las niñas en la casa, como ha sido costumbre en territorios indígenas. Otros, van a vender al mercado. Cuantos niños y niñas, encontramos vendiendo tomate, cebolla, ajo, cilantro, atoles, etc, en los mercados del pueblo. Otras veces, llevan sus cuadernos para terminar sus tareas, mientras venden y durante este mes a nadie se le vio con cuadernos, porque algunos maestros, ni se esmeraron de enviarles trabajos por el celular, como se volvió costumbre desde el COVID y que sigue hasta ahora. Juanito (nombre ficticio), un niño de doce años, cursa el sexto grado, en sus ratos libres apoya al papá en el trabajo del campo. Le pregunto; que, cómo le va en la escuela, me responde bien. Al preguntarle si su maestro siempre llega a dar clases, me responde que no. Y que les dice cuando falta, pues cualquier excusa. A veces que su esposa está enferma, otras veces que, porque está enfermo o de repente les dice, vámonos porque me siento mal. Cualquier excusa es buena para no dar clase. A Juanito, le preguntamos algunas cosas, como; quién descubrió américa y no sabe responder. Lo ponemos a leer algún párrafo, tampoco sabe leer. Es el drama de los niños y niñas de las escuelas públicas, sin mucha diferencia con las privadas, quienes son también meros mercaderes de la educación. Hace ya muchos años, tal vez unos diez o quince, cuando comenzaba a ponerse de moda, inscribir a los hijos e hijas en el sistema privado, pues, la excusa, que, los maestros del sistema público, eran muy haraganes, que solo en huelga se mantenían y que no enseñaban nada, por las constantes manifestaciones que dirigía el STEG bajo el liderazgo de Joviel, quien ya había comenzado a extorsionar a los diferente gobiernos post paz, desde Colom hasta Giammattei, de ahí, el STEG y el FNL (sindicato de la salud), comenzaron a convertirse en un grupo de extorsionistas, recordamos, el malogrado papel que jugó en estas negociaciones, el abogado Enrique Torres, aprovechando ser hermano de Sandra Torres, arrinconaron a Alvaro Colom y lo hicieron firmar un pacto colectivo totalmente ilegal y por ello, un pequeño grupo de lideres del STEG y el abogado ganaron una millonaria plata. Quienes siguieron creyendo en la educación pública, siempre defendieron que no era cierto lo que se decía, porque la educación pública, que no solo es un derecho, sino porque ahí, estaban los mejores docentes del país3 , así como era, hace muchos años la Universidad de San Carlos, en el nivel superior4 . Hoy el sistema educativo tanto público como privado bajó de calidad. La pública, muchos maestros y maestras, perdieron la mística de ser docentes, solo están porque es un trabajo, como cualquier otra profesión5 . Bajo nivel de formación, aunque vayan a la universidad. El Programa de Educación Bilingüe Intercultural, un fracaso. Maestros y maestras, que abandonan sus aulas, se van de parranda o al chupibio6 . Los niños y niñas, con bajo nivel en lectura, matemáticas e historia. Muchas veces, tienen que ser suplidos por programas que ONG implementan. La privada, igual con bajo nivel de conocimiento, pero hay una diferencia, y es que, se manifiesta como una educación mercantilizada, los niños, niñas y jóvenes saben que, aunque no sepan nada van a ganar porque pagan. Después de muchos años y cuando pensábamos que “con maestros indígenas/pueblos originarios/mayas”, la situación de nuestros niños y niñas en las escuelas iba a cambiar. Sucedió igual, como cuando, comenzaron a llegar “alcaldes indígenas” a las municipalidades7 . Los maestros y maestras, “siguieron el mismo patrón colonizador” y “estafador”, no se pudo avanzar con un buen modelo de Educación Bilingüe (maya-español). Apoyaron la folclorización/colonización del pensamiento de los pueblos originarios. Muchos maestros, lograron sus plazas pagándole al diputado, al coordinador técnico de educación, al alcalde o a cualquier funcionario de educación, para obtener una plaza8 . Indígenas que se profesionalizaron en las universidades sobre todo privadas, lo hicieron, no para cambiar el sistema, si no para tener un puesto mejor en el ministerio. Entonces, igual, se convirtieron en paladines de la hecatombe de la educación. Fueron igual, cómplices del bajo conocimiento crítico en las aulas. Cuando, se comenzaba a hablar con más fuerza de la identidad maya/indígena/pueblo originario, los maestros y maestras indígenas fueron cómplices, por llevar el cristianismo (católico o evangélico) a las aulas, dejando a un lado, la laicidad de la educación. Transformando las aulas, en lugares de culto, situación que solo pasaba en los colegios católicos o evangélicos. Hoy la educación, tanto en su contenido, como en su metodología, está por los suelos. Por no tenemos visión de país. Estamos funcionado para el sistema capitalista/mercado, que exige graduar o que los niños, niñas, jóvenes y señoritas, aprendan el español, para convertirlos en mano de obra explotada en las fábricas y centros comerciales y no profesionales pensantes, críticos, que busquen el cambio que necesita el país. Una educación, que tiene como fundamento “colonizar mentalmente” a todos. Una educación, que nos conduce a aceptar que “solo hay un sistema” y solo lo podemos “conquistar”, si nos empujamos o nos ponemos zancadias unos con otros, como la idea principal del modelo de “competencia” que tiene la educación actual. Una educación que aliena a todos, sin la posibilidad de construir pensamiento crítico. Lo que está pasando con el STEG, en donde “maestros borregos” obedecen a un líder, como si fuera el mesías, es un proyecto bien pensando, por quienes impulsan el sistema capitalista en nuestro país y si no cambiamos, seguiremos teniendo más jovieles.
1 Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo y teólogo, investigador y escritor
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