CAMPESINOS
29 de octubre de 2023
Sector rural y elecciones: votar al peronismo para frenar a la ultraderecha
Foto: Marcelo Ochoa / Télam
ARGENTINA:
Las organizaciones campesinas y cooperativas se mostraron aliviadas con el freno a Milei y ratificaron su apoyo a Massa, a pesar de las promesas incumplidas del peronismo y el modelo extractivo que impulsa. “La salida de la crisis es con producción de alimentos sanos y a precios justos, que lleguen a la mesa de todos”, afirmaron de cara a la segunda vuelta
El resultado de las elecciones presidenciales del domingo, con un 36,6 por ciento de los votos para el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, sobre el 29,9 por ciento obtenido por el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei; se recibió como un alivio entre las organizaciones campesinas, que ven en el candidato de la ultraderecha un futuro sin posibilidades para políticas destinadas al sector de la agricultura familiar.
La perspectiva para la segunda vuelta electoral es de expectativa por la posible victoria de Massa. La aspiración es que continúe una gestión en la Casa Rosada que abra las puertas al diálogo, a pesar de las contradicciones de un gobierno peronista que no dejó de favorecer a las cadenas del agronegocio y las empresas extractivas, a las que pone como protagonistas para el incremento de las exportaciones. La coalición oficialista mantiene cuentas pendientes con el sector: acceso a la tierra, financiamiento para la producción y políticas para abastecer de alimentos sanos al mercado interno.
Los distintos voceros de las organizaciones campesinas nucleadas tanto en la Mesa Agroalimentaria Argentina como en la UTEP-Agraria destacan la necesidad de continuar trabajando en unidad para fortalecer la posición de las organizaciones campesinas ante las deudas de leyes y programas que reclaman desde hace años y no han dejado de hacerlo durante los cuatro años de gobierno del Frente de Todos, en los que se avanzó tibiamente con la promulgación de la Ley de Agricultura Familiar y la creación del Instituto Nacional de Agricultura Familiar y Campesinas (Inafci), con escaso presupuesto para avanzar en políticas de producción y de acceso al derecho a la tierra.
“Si no hay Estado, el mercado regula para los grandes poderes económicos”
“Estuvo en juego perder todos los derechos conquistados y la gente abrió los ojos, votó por defenderlos, aún sabiendo que al otro día continuará sufriendo una inflación que agobia”, evaluó Miriam Samudio, referente de Productores Independientes de Piray (PIP-UTT), desde Misiones, donde Milei volvió a ser el candidato más votado, pero mostró un estancamiento frente al crecimiento electoral de Massa.
Desde Mendoza, otra provincia donde la ultraderecha se impuso, el presidente de la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (Fonaf), Ricardo Sirotiuk, celebró el “panorama favorable en base al miedo que teníamos todos” porque “si hay un gobierno de La Libertad Avanza, no tendremos oportunidades”. También desde la provincia cuyana, la productora e integrante del Movimiento Nacional Campesino Indígena-Somos Tierra (MNCI-ST), Natalia Manini, calificó de “esperanzador” el resultado frente a “Bullrich y Milei, que representan intereses que proponen profundizar los procesos de concentración de la economía”.
Sirotiuk reconoció que hubo votos para la ultraderecha entre los propios pequeños productores de Mendoza, Jujuy y Salta, lugares donde La Libertad Avanza volvió a imponerse en las generales, y consideró que se trata de un “voto con odio y bronca”. “Eso pasó porque no han llegado realmente políticas al territorio. A los monotributistas y pequeños productores no les llegaron las políticas reales. Todo está diseñado pensando en las exportaciones, pero hay necesidades que tienen que ser diferenciadas para la agricultura familiar. Si tenemos un próximo gobierno justicialista, tendrá que escuchar al territorio”, sostuvo.
Por su parte, Lautaro Leveratto, coordinador nacional de la Federación Rural, aseguró que “lo que está en juego en esta elección presidencial es una patria libre y soberana, pero también resolver el acceso a los derechos mínimos para gran parte de la población que hoy no tiene acceso, como el derecho a la alimentación, al trabajo y a la vivienda”.
“El 36,6 por ciento de los votos obtenidos nos deja en muy buenas condiciones para enfrentar la segunda vuelta, teniendo que trabajar chacra por chacra para lograr que las y los agricultores familiares y de la economía popular voten a Massa para presidente y no a Milei”, confió el dirigente del Frente Nacional Campesino (FNC), Pablo Benetti, aunque reconoció que “la situación económica y social no es buena, y que muchos y muchas compañeras la están pasando muy mal, porque lo que producimos se devalúa, cuando vamos al supermercado todo sube, mientras se distorsionan los precios de los insumos dolarizados”, a la que suma el aumento de los alquileres y la falta de acceso a la tierra que expulsa a los productores del campo.
Omar Príncipe es de Villa Eloísa, Santa Fe, a cien kilómetros de Rosario. Es chacarero, dirigente de la organización de pequeños productores Bases Federadas y ex presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA). En tierra santafesina, donde el peronismo perdió la elección a gobernador con Juntos por el Cambio, Milei se impuso en las presidenciales. Príncipe marcó que las internas peronistas impactaron en el resultado electoral local, pero destacó el repunte con la candidatura nacional de Massa.
“Desde la Mesa Agroalimentaria tenemos un pedido de reunión con el candidato Sergio Massa, para trabajar en todas estas políticas que consideramos indispensables en un nuevo gobierno. El momento oportuno para presentar nuestras propuestas como entidad representativa de los pequeños y medianos productores del movimiento cooperativo es en estos días, antes del ballotage”, señaló Príncipe. El encuentro fue acordado con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, en julio pasado, cuando la Mesa Agroalimentaria presentó su “Programa agrario para el alimento”.
“Si bien estamos atravesando una crisis, vamos a resolver los problemas con más democracia y no con menos”, afirmó Juan Manuel Rossi, presidente de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), organización que nuclea a cooperativas de la zona central del país, fundamentalmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, provincias de la zona núcleo del agronegocio. Unión por la Patria logró una contundente victoria en territorio bonaerense, incluso recuperando decenas de municipios del interior, mientras que Milei se quedó con Córdoba y Santa Fe.
La mirada de Rossi es positiva y consideró que los resultados nacionales, a favor del oficialismo, son una “apuesta a un gobierno que está más ligado a la producción que a la timba financiera; más ligado a la industrialización, al trabajo, a un Estado más presente y eficiente, contra la privatización de la salud, la educación y la jubilación. Se votó un esquema de gobierno afín a las mayorías y no a una idea que por innovadora que parezca, claramente retrocede en el tiempo, piensa en una Argentina de cien años para atrás y no en un futuro mejor”.
“Milei en su campaña propone que el Estado no exista, que se elimine el peso argentino y nuestra soberanía económica. Pero nosotros creemos que el Estado es imprescindible para tener igualdad de oportunidades. Si no hay Estado, el mercado regula para las grandes corporaciones y los grandes poderes económicos. Nuestra línea de trabajo y nuestros objetivos son totalmente diferentes”, ratificó Príncipe sobre el posicionamiento de la Mesa Agroalimentaria Argentina. Y la delegada del MNCI-ST sintetizó: “Unión por la Patria es el frente que brinda la oportunidad de seguir disputando la construcción de la soberanía alimentaria.”
“En noviembre deberemos dar un nuevo paso y eso requerirá un movimiento campesino organizado y movilizado”
El respaldo de las organizaciones campesinas y de pequeños productores está definido por la candidatura de Unión por la Patria, pero los productores son conscientes de que deben seguir “sembrando conciencia, que falta mucho por hacer y que debemos organizarnos para seguir proponiendo qué país queremos y estamos construyendo desde el sector que produce alimentos. El Gobierno tiene que entender que tienen que sentarse a discutir con este campo que alimenta”, reclamó Samudio desde Misiones.
De cara al ballotage, para Rossi la clave es “visibilizar las propuestas”. Desde la Mesa Agroalimentaria hay presentados cinco proyectos de ley, que tienen que ver con la segmentación de los impuestos, con el acceso, el uso y la tenencia de la tierra, con el arraigo. “Tenemos que hacer foco en esas iniciativas y que la agenda política las tenga en cuenta”, aseguró. Los proyectos fueron presentados en septiembre de 2022, pero hasta el momento no hubo avances en el Congreso.
Desde la Federación Rural, Leveratto recordó que esa organización también impulsa desde hace seis años “una ley integral que permita el acceso a la tierra de familias arrendatarias y la protección de los cinturones zonas y valles productivos, principalmente periurbanas”.
“En estas tres semanas antes del ballotage hay que incorporar en la agenda política la necesidad de implementar políticas públicas para la agricultura familiar, pero esto tiene un componente extra, que es la cuestión climática: la sequía de los últimos dos años fue realmente terrible. Sus consecuencias fueron terribles, estamos viendo desesperadamente cómo hay agricultores que están dejando su campo, dejando de alquilar”, alertó el dirigente de Bases Federadas.
En ese sentido, el presidente de la Fonaf advirtió sobre cómo “las economías regionales han quedado totalmente descartadas”, a pesar de los anuncios recientes del ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, sobre la quita de retenciones, sino hablando de los productores que integran “el país de la producción del campo que alimenta”. “No vamos a descartar los granos, la pampa húmeda donde hay productores chicos, en esos espacios que tienen necesidades como en cualquier provincia. Pero las organizaciones tenemos que profundizar nuestros pedidos y estar más unidas que nunca”, consideró Sirotiuk.
En ese contexto, el titular de la Fonaf también convocó a la autocrítica de las organizaciones campesinas para no caer en las prácticas de “un país egoísta”. Por su parte, Manini reconoció que el escenario que se abre más allá del 19 de noviembre, fecha de la segunda vuelta electoral, es de un “futuro complejo y difícil, que requiere fortalecer la organización y la militancia”.
“Tenemos la oportunidad de fortalecer las políticas públicas para la agricultura familiar campesina Indígena, como sujetos estratégicos para garantizar alimentos saludables para el pueblo argentino. En noviembre deberemos dar un nuevo paso y eso requerirá un movimiento campesino organizado y movilizado”, sostuvo la dirigenta del MNCI-ST.
El integrante del FNC coincidió con la necesidad de construir “la más amplia unidad entre las diferentes organizaciones del sector”, para aportar a la victoria de Unión por la Patria, que ofrece “mejores condiciones para salir a la lucha, para mejorar justamente lo que falta y defender lo que ya hemos logrado”. Benetti consideró que la predisposición del oficialismo con el sector de la agricultura familiar quedó demostrada tras los daños sufridos por los productores del cordón hortícola del Conurbano bonaerense a fines de agosto. “Se salió a la lucha y el gobernador de Buenos Aires dio enseguida respuestas a nuestras demandas, además de sumar una gran ayuda del gobierno nacional de la mano de la Secretaría de Agricultura y el Inafci”.
En tanto, Leveratto sostuvo que la agricultura familiar y campesina tiene “la capacidad de resolver la problemática del acceso a los alimentos en Argentina”. En ese sentido, añadió: “Somos un sector altamente productivo que solamente requiere apoyo y planificación del Estado para desarrollar el total de sus fuerzas productivas. Desde la Federación Rural no tenemos dudas que la es la agricultura familiar, cooperativa y de pequeños y medianos productores la que puede aportar en el combate a la inflación con producción nacional”. Al mismo tiempo, indicó la importancia de generar mecanismos para el acceso a la tierra, al agua, a la comercialización y a los insumos.
Un futuro con cuentas pendientes
“Massa dijo que llamará a la unidad nacional para construir una Argentina productiva. Y ahí debemos estar los que producimos alimentos. Tenemos propuestas concretas y hay que luchar para que se implementen”, afirmó desde Misiones la productora del PIP-UTT para recordar que el oficialismo mantiene cuentas pendientes con el sector en caso de renovar otros cuatro años.
“Hemos tenido un montón de percances en este Gobierno, más allá de la herencia que quedó del gobierno anterior. Tenemos problemas: lugares donde falta la tierra y agua para producir. Y esa es la gente que produce la comida de todos los días. Pero para adelante tenemos la oportunidad de poder sentarnos y ser escuchados. Si hay un gobierno de La Libertad Avanza, no tendremos esa oportunidad”, completó el presidente de la Fonaf.
Príncipe señaló la problemática pendiente de los pequeños productores rurales: “En Argentina, entre el 60 y el 70 por ciento de la agricultura se hace en campos alquilados y faltan políticas claras y un Estado presente que regule el tema de los arrendamientos. Eso favorece a los fondos de inversión, a los financistas y a los pooles de siembra que son quienes elevan los costos de arrendamiento y desplazan a pequeños y medianos productores”.
En ese tono, Príncipe advirtió que eso impacta directamente en uno de los problemas más críticos que el ministro candidato del oficialismo no pudo resolver: la inflación. “Ese proceso de concentración tiene consecuencias en el precio de los alimentos. La concentración está en toda la cadena de valor. Mes a mes vemos una inflación del diez o el doce por ciento mensual y lo que más aumenta en muchos casos es el precio de los alimentos. Por eso este es un tema que no importa sólo al sector agropecuario, sino a toda la sociedad argentina porque todos consumimos alimentos. Las grandes preguntas son: ¿Qué queremos producir? ¿Quién queremos que produzca los alimentos en Argentina?”, planteó el dirigente de Bases Federadas.
Los ejes de campaña de Massa también marcan como prioridad el avance del extractivismo minero, que impacta directamente en la explotación y contaminación de recursos esenciales como el agua para la producción de alimentos. “Sin duda, si Massa gana, va a ser un Gobierno que tendrá las contradicciones que muchas veces han tenido otros gobiernos, en lo que tiene que ver con las disputas por los territorios. Sea por los avances de la frontera agropecuaria, por la minería o por lo que fuera. Nuestro movimiento tiene una larga historia de lucha de sus comunidades, lo ha demostrado en estos últimos meses en que ver con la reforma impulsada por Gerardo Morales en Jujuy, que tiene mucho que ver con el futuro de esos territorios campesino-indígena. Y nosotros seguiremos también marcando esa agenda de lucha”, aseguró Manini.
Entre los puntos positivos de lo planteado en campaña por Massa, el presidente de Fecofe destacó que Massa haya mencionado la segmentación de impuestos entre sus propuestas de campaña. “Hay que recordar que el campo no es una cuestión homogénea donde somos todos iguales. Creo que a eso Massa lo puede entender porque ha hecho segmentación de políticas en otros sectores, segmentando tarifas por ejemplo. De la misma manera queremos tener políticas diferenciadas para la agricultura familiar”, compartió el dirigente de Bases Federadas.
En ese sentido, Rossi agregó la necesidad de modificar la ley de entidades financieras, para que se ponga a disposición de la producción y no de la especulación y la segmentación de impuestos. “Hoy tenemos grandes corporaciones que pagan menos impuestos que una PYME”, cuestionó y contrapuso: “Massa tiene conocimiento de esa situación, como actual ministro de Economía, con una crisis muy fuerte y un FMI que impone condicionamientos muy fuertes. En el poco tiempo que lleva como ministro ha logrado el esquema de fondos rotatorios y las compras por parte del Estado a las cooperativas. Por eso, como presidente, creo que puede llegar a tomar medidas importantes”.
Benetti insistió en la importancia de la “unidad en la lucha” que le dé a las organizaciones campesinas la “fuerza necesarias” para que un futuro gobierno tome como políticas la “Ley de arrendamientos rurales, la segmentación de las retenciones, un subsidio de emergencia para las y los agricultores, créditos accesibles y a tasas subsidiadas para pequeños productores, entrega de insumos, herramientas y maquinarias”.
De cara a un posible gobierno de Sergio Massa, Leveratto aseguró: “Nuestras propuestas tendrán mayores oportunidades de ser llevadas a cabo, y trabajaremos para que eso sea así, proponiendo y marcando nuestras discrepancias cuando sea necesario, como siempre lo hicimos”.
“En un gobierno de unidad nacional tiene que tener en cuenta a todos los sectores. El agronegocio tiene un peso importante en la decisión política y también debería ocurrir lo mismo con la agricultura familiar y con las cooperativas”, advirtió Rossi y destacó el espacio de diálogo con la Mesa Agroalimentaria tuvo en marzo pasado junto a la Mesa de Enlace, convocado por Massa. “La salida de la crisis es con producción de alimentos sanos y a precios justos, que lleguen a la mesa de todos los argentinos”, aseguró.
Ver nota completa en: Sector rural y elecciones: votar al peronismo para frenar a la ultraderecha - Agencia de Noticias Tierra Viva (agenciatierraviva.com.ar)
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