POR: Guadalupe García Corigliano

La iniciativa provino de la hermana Santa Rincón Castro, Animadora de Formación, “como medio para motivar a los jóvenes a un compromiso concreto por la defensa de la casa común”, y “despertar conciencia para que sean custodios de la creación”, según ella misma afirma. 

La propuesta en la comunidad de religiosas de la provincia de Medellin, Colombia, fue aceptada y, en conjunto, comenzaron a trabajar en su producción. 

“Fue inspirado por las condiciones de deterioro en que se encuentra el planeta, la sensibilidad de la juventud actual con relación a estos temas ambientales y las múltiples llamadas que nos ha hecho el Papa Francisco desde la Laudato Si’”, indica la hermana Santa. 

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El documento se alimenta de la encíclica Laudato Si’, de textos bíblicos, algunas voces místicas y un texto de Santa Laura Montoya, entre otras fuentes. Las hermanas desean que “llegué a muchas personas, especialmente a los jóvenes para que aprovechen este documento, se motiven a ser multiplicadores y ayuden al cuidado del medio ambiente”.

Ellas han comenzado su difusión a través de un taller de presentación en colegios y parroquias, pero esperan que este material “dinámico, creativo y asequible”, pueda cruzar fronteras y llegar a cualquier grupo humano.

La hermana Santa reconoce que en muchos de los lugares donde tienen presencia pastoral “existe necesidad de formación en relación al manejo de los residuos, aprender a reciclar y reutilizar, a no crear tantos desechos, a trabajarle a la ansiedad por consumir creada por el sistema capitalista y de consumo”. 

“Debemos repensarnos con relación al consumo. Podemos vivir más livianos, con menos ropa, aparatos para no generar tanta basura, es urgente pensarnos más ligeros de equipajes para contrarrestar la superproducción que tanto está contaminando el planeta”, expresa la hermana Ricón.

La congregación se reconoce con el lema “dónde están los indígenas, están las hermanas Lauritas”. Al respecto, la religiosa menciona que su “compromiso carismático históricamente han sido excluidos y vulnerables. Caminamos con ellos para apoyarles en la defensa de sus derechos y en el fortalecimiento de sus valores como pueblos”. 

“Ellos tienen mucho que enseñarnos sobre el cuidado y protección de la madre tierra. Es oportuno decir que también caminamos con los afrodescendientes y campesinos en la misma dirección. Porque nuestro Carisma ha hecho una opción por los empobrecidos y la defensa de la vida”, concluye.