¿Por qué la guerra?

Las guerras tienen profundas causas históricas, económicas, sociales y políticas. En El Salvador, una de las principales causas fue la represión contra el pueblo ejercida por la dictadura militar-oligárquica instaurada desde diciembre de 1931 y que se prolongó por 60 años. También la desigualdad social, principalmente en el campo, donde la mayoría de familias no tenían tierra y vivían en la miseria. El pueblo luchó por la vía legal para cambiar la situación del país pero el régimen cerró los espacios a fuerza de persecución política, apresamientos, desapariciones, asesinatos y masacres en comunidades perpetradas por el Ejército, la Guardia Nacional y los escuadrones de la muerte, financiados por algunas familias oligárquicas y por el Gobierno de Estados Unidos. El pueblo se organizó, se armó, creó al FMLN y al FDR, desarrolló una exitosa Guerra Popular Revolucionaria y con su lucha logró los Acuerdos de Paz que liquidaron la dictadura e iniciaron un importante proceso de democratización. Fruto de los Acuerdos de Paz, la Fuerza Armada (FAES) se redujo a la mitad, para garantizar únicamente la integridad territorial y la soberanía nacional; se suprimieron los batallones élites, la Guardia Nacional, la Policía de Hacienda y la Policía Nacional. Se creó la PNC, encargada del orden público y separada de la FAES. Se hicieron reformas legales. El FMLN se desmovilizó y se convirtió en partido legal. Se aplicaron programas de reinserción para excombatientes.

Presidente Bukele genera retroceso El presidente Bukele violó la Constitución cuando utilizó a la FAES y la PNC para dar un golpe de Estado en la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020. El golpe no se consolidó pero el presidente y los mandos militares y policías siguen impunes. Las y los diputados bukelistas violaron la Constitución cuando destituyeron, sin ningún proceso legal, al fiscal general de la república, a cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia y al 30 por ciento de los jueces, y los reemplazaron por personas afines al Gobierno. Esas ilegalidades cometidas por el Gobierno, junto a la violación de derechos humanos y la persecución política, son retrocesos en el sistema democrático

Pero el pueblo salvadoreño, que libró una exitosa guerra contra un enemigo superpoderoso, no permitirá otra dictadura. La ruta ya está trazada