Silvia Montalván, su madre, dice que luego de 9 años de su desaparición no hay respuesta. Ahora asegura vive con la presencia de su ausencia.

Silvia es una madre soltera y desde que su hijo desapareció cayó en depresión profunda, aunque sabe que su hijo quizás ya no esté con vida, su deseo es encontrarlo para enterrarlo debidamente.

Las autoridades fiscales le tomaron la denuncia, pero no invirtieron recursos para buscar a Rodrigo Montalván, asegura su madre, pese a ello, no se detuvo y visitó el Instituto de Medicina Legal para buscar alguna pista, sin embargo, las respuestas no llegaron.

En Medicina Legal únicamente le muestran carpetas con personas que han sido encontradas fallecidas, pero ahí no hay información sobre su hijo.

Montalván dijo que lamentablemente las instituciones no logran acuerpar y atender debidamente a las personas que tienen familiares desaparecidos.

Eneida Abarca, otra madre que busca a su hijo, Carlos Abarca, desaparecido desde hace dos años, dice que ninguna institución del país les comprende y les apoya.

Durante 28 meses, Eneida Abarca ha buscado a su hijo por diversas partes del país sin el acompañamiento de la Fiscalía o la Policía. Lamenta que las autoridades salvadoreñas digan que tienen la mejor inteligencia del Estado y herramientas tecnológicas, cuando en la realidad son los familiares de los desaparecidos los que realizan la búsqueda e invierten recursos.

Silvia Montalván expresa lo duro que es ser familiar de un desaparecido, ya que se debe luchar contra la depresión, y ser fuerte para exigir respuestas a las autoridades. A esto se suma la presión social.Las madres de los jóvenes desaparecidos dicen que viven abandonadas, sin respuesta y sin acompañamiento de parte del Estado, sufriendo estigmatización de parte de la sociedad. Así viven el 10 de mayo, sin fiestas, sin nada que celebrar.