31 de mayo de 2022
Los analistas reaccionan con cautela tras la elección en Colombia
COLOMBIA:
Las tres semanas que restan hasta el balotaje en Colombia entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández no sólo serán apasionantes para quienes se interesan por los procesos políticos sino que, básicamente, constituirán un estado de alta tensión para los dos candidatos y sus respectivas campañas, y por añadidura para la población del país.
Por Jorge Pailhé, enviado especial
¿Quién ganó? ¿Quién perdió? ¿Podrá la izquierda esta vez llegar al poder? Esas y otras tantas preguntas circulaban este lunes en las calles y se repetían hasta el cansancio en medios de comunicación y redes sociales.
Para Andrés Marín, filósofo y cientista, el planteo es un poco más amplio que el que surge de la obvia pregunta de cómo hará Petro para repechar los 10 puntos porcentuales que le faltaron ayer para ganar en primera vuelta.
“Para hacer un estudio profundo es necesario ir un poco hacia atrás y entender que los candidatos de esta elección eran el producto de la eclosión que hizo el uribismo en el actual gobierno, con la pandemia primero y el paro nacional después”, sostuvo en diálogo con Télam.
En seguida explicó que el término “uribismo” va más allá de la figura del expresidente Álvaro Uribe, sino que “cosifica una forma de hacer política en Colombia que ha estado presente en las formas tradicionales, cuando las élites políticas no permiten que haya una alternativa”.
“Hay que ver el uribismo como esos elementos ideológicos que inciden en la economía, la política y la cultura”, añadió, y al momento de volver al presente sostuvo que al cabo de la primera vuelta, esa idea política del uribismo “está de alguna manera presente en las dos candidaturas”.
El catedrático sostuvo que Petro, a cuya candidatura se sumaron dos exuribistas como Roy Barrera y Armando Benedetti, podrá imponerse el 19 de junio si es capaz de ampliar su base electoral, tal vez no por mérito propio sino por dejar en evidencia que su contrincante podría resultar un gobernante errático, que no despierte la confianza del establishment.
“Rodolfo puede parecer, y yo creo que es, un exponente de la derecha populista y de lo que se ha dado en llamar representante de la ‘desfachatez intelectual’, es decir, alguien despojado de toda cultura y capaz de hacer comentarios fascistas y burdos, actitud que, por alguna razón, termina despertando el apoyo de cierto sector del electorado”.
Yann Basset, profesor de Estudios Políticos de la Universidad del Rosario, se sumó al razonamiento de Marin.
“El desafío de Petro es intentar que Rodolfo no crezca. La tiene difícil. Su juego es mostrar que el ingeniero es, de cierto modo, el candidato de la derecha populista que no respeta las instituciones. Él se va a tener que mostrar como lo contrario sin dejar de ser el candidato del cambio”, explicó Basset al diario El Tiempo.
También fue pieza de estudio la caída al tercer puesto del candidato de la derecha, Federico “Fico” Gutiérrez.
Según el analista y estratega político Guillermo Henao, las alianzas que consolidó “Fico” fueron castigadas por los electores.
“Las alianzas con diferentes clanes políticos, la cercanía que tuvo con actores provenientes del gobierno de Duque y, además de eso, el apoyo que le dieron ciertas bases del uribismo marcó una tendencia general de rechazo donde la gente le dice que cambie”, añadió Henao.
Desde la trinchera de la defensa de los derechos humanos, los dirigentes del sector lamentaban este lunes por lo bajo el hecho de que Petro no haya alcanzado el triunfo en primera vuelta.
“Estoy muy feliz con el resultado pero esperaba más”, admitió a Télam Julio César Hincapié Betancourt, del Movimiento de Victimas, quien dio por hecho que la sorprendente elección hecha por el millonario contó con apoyo de sectores de derecha.
“Desde hace un mes, cuando el establishment comenzó a ver que su candidato, que era Federico Gutiérrez, no pasaba a mayor grado de popularidad, empezó a inflar la imagen de este señor (por Hernández), que desde hace un tiempo comenzó a vestirse de un manto de independencia entre comillas en contra de la corrupción, aún cuando está siendo imputado por corrupto”, enfatizó
Hincapié calificó a Hernández como “un Donald Trump a la colombiana”, modelo al que “apostó la derecha”.
“La diferencia (entre Petro y Hernández) es grande, pero la maquinaria que está detrás de este señor obedece a los intereses históricos de los que han gobernado el país, donde no hay justicia social ni justicia real”, lamentó el dirigente, quien anticipó: “Si gana (Hernández) en un año volvería a haber un estallido social más grande que el del año pasado”.
La aseveración acerca de que la derecha más tradicional no estaría tan lejos de acompañar al exalcalde de Bucaramanga pareciera tener confirmación, al menos por dichos de algunos prominentes hombres del sector como el senador conservador y presidente del Congreso Juan Diego Gómez, quien afirmó que Hernández es un ciudadano que “paga impuestos, es amigo de la economía de libre mercado y se podría decir que es el (Donald) Trump colombiano”.
“En el partido nos toca el martes (por mañana) tomar decisiones sobre la segunda vuelta, pero el camino parece sencillo y es que la colectividad llegue a apoyar a Rodolfo”, afirmó Gómez, citado por el diario El Espectador.
El también senador conservador Efraín Cepeda fue más categórico. “El pueblo fue más inteligente que muchos de sus dirigentes y se dio cuenta de que Petro no es el adecuado para gobernar a Colombia”, dijo.
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