Por: Ruben Eduardo Kelo Moreno 
Opinión para el informe del oeste suplemento Diario La Capital 

Se discutían temas en los partidos políticos e instituciones, cuya base principal era la democracia, desde otro lugar acompañaban pero siguiendo  con la cultura del orden sin medir costos-  Los grandes medios comenzaron con esa frases -como pasa hoy para justificarlo todo  sobre razonamientos ficticios-“ una cosa es la libertad y otra el libertinaje” como tantas otras para conformar a  algunos sectores, como en la actualidad.
 La política, por falta de compromiso y desconocimiento comenzó el triste camino de transitar por una línea paralela cediendo el poder a sectores reaccionarios de pasado oscuro e integrantes de las fuerzas de inseguridad;  no quisieron ni quieren  entender que la sociedad es horizontal y democrática y las fuerzas son verticalistas  y dependen del poder  político y no al revés como nos quieres hacer creer.
 A 38 años de recuperar  la democracia  la violencia institucional se fue convirtiendo en una de las deudas que tiene la Argentina, podemos citar casos como  el de Walter Bulacio, asesinado en manos de la policía luego de ser detenido a la salida de un recital (también lo vivimos en nuestra región).
 Con el paso del tiempo, cada caso de violencia institucional que impactó en la opinión pública se constituyó como una marca grabada en nuestra memoria. Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, la masacre de Budge, la desaparición de Miguel Bru, el asesinato de Sebastián Bordón y de Luciano Arruga, las muertes por la represión policial de diciembre de 2001, el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, una trama impune que se presenta como una amenaza a la calidad de nuestra democracia. La Presentación anual del Archivo de Casos de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) "En 2021 el estado mató una persona cada 17 horas" 
Desde 1983 hasta 2021 las personas asesinadas por el aparato represivo del Estado son 8.172 enumeró Correpi, una organización autogestiva que cumple tres décadas.
 Hoy Seguimos viendo a diario estas tristes noticias que enlutan familias y nos entristece como sociedad , el facilismo político de demostrar que algo se hace en algunas cuestiones dejan a estos personajes que nada tienen  que ver con la democracia habilitándolos con la complicidad de parte de la justicia y la política  que se cometan estos crímenes –
 Si un integrante de la justicia tiene que recorrer con estudios para su carrera judicial no puede un integrante de una fuerza ejecutar a ciudadanos violando todo tipo de derechos  ,todos los tratados sobre derechos humanos incorporados al Constitución deben ser respetados por el Estado representativo ,la democracia no es un slogan cada 10 de diciembre, debe ser el respeto pleno día a día, la política debe retomar su rol representativo horizontal y democrático y dejar de transitar esa línea parralera que se aleja cada vez más de la soluciones y profundiza los problemas  y en el medio las mayorías, quitándoles derechos y garantías .