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9 de octubre de 2021
Conversatorio Internacional – jueves 14 de Octubre – 11hs Colombia (UTC-5)
La crisis del modelo económico que se ha profundizado y visibilizado aún más con la pandemia del Covid19, tiene expresiones múltiples que afectan de manera particular a las mayorías empobrecidas
¿ES JUSTO PAGAR LA DEUDA EXTERNA TRAS LA CRISIS DEVELADA POR LA PANDEMIA?
La crisis del modelo económico que se ha profundizado y visibilizado aún más con la pandemia del Covid19, tiene expresiones múltiples que afectan de manera particular a las mayorías empobrecidas y a la diversidad de vidas del planeta, por la crisis ecológica y climática que se está acrecentando.
El desastre de Haití, donde murieron más de 2400 personas por un terremoto y medio millón de niños, niñas y adolescentes permanecen sin acceso a refugios, agua potable e instalaciones higiénicas, y las inundaciones en Nueva York, que sin ser área de huracanes, cobró la vida de al menos 45 personas, da cuenta de la lógica de la acumulación que ha descuidado la vida humana y de las demás especies y de que el desastre del clima se extiende más allá de los países empobrecidos, convirtiéndose en amenaza real para la vida del planeta.
Estas crisis, estos “desastres”, parecen no tocar la conciencia de quienes detentan el poder político y económico. El Foro Económico Mundial de Davos antes que ver la devastación que se está provocando por la pandemia, por sus variantes, por los nuevos virus, sigue hablando de oportunidades para “salvar los mercados” con la expresión “reiniciar el capitalismo”. Nadie, desde el poder, habla de equilibrio, de suficiencia o de decrecer, de atender prioridades vitales, de salir del egoísmo de la acumulación del dinero.
En medio de este intento por una nueva normalidad del mercado, la vieja problemática de la deuda eterna, que sigue sin resolverse después de tantos “alivios” y reestructuraciones, sigue siendo la palanca para imponer ajustes estructurales y otras políticas dañinas para los pueblos y la naturaleza. Las calificadoras de riesgo crediticio, junto a las instituciones financieras internacionales, evalúan la capacidad de endeudamiento y de pago de los países e imponen reformas laborales, tributarias y jubilatorias que buscan asegurar sus ganancias. Nunca exigen a los gobiernos prestatarios la satisfacción de los derechos y necesidades básicas de la gente, ni a los prestamistas el cumplimiento de sus responsabilidades éticas y legales. Estamos hablando, como lo ha dicho el Papa Francisco, de “la dictadura del dinero” que se evidencia claramente en las decisiones de cobrar y de pagar las deudas por encima de la vida de las mujeres, hombres y de la Madre Tierra.
En este contexto en el que también ha aumentado enormemente las deudas públicas, muchas veces para atender directamente a las necesidades provocadas por la pandemia, vuelve a estar en el orden del día el manejo de esas deudas y su relación con las emergencias sanitarias, sociopolíticas, ecológicas y climáticas que el mundo está transitando. Hay diversas preocupaciones y propuestas que se entrelazan, incluyendo desde nuevos esquemas para la reducción o “alivio” de deudas hasta su canje por “acción climática” u otros bienes naturales como el agua, territorios, bosques que pueden servir de “compensación” para seguir calentando la atmósfera.
En lo que queda del año 2021 se van a desarrollar diversos eventos por parte de los organismos multilaterales y la banca internacional donde este y otros temas van a estar presentes. Entre ellos se podrían mencionar las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, a principios de octubre, la Cumbre presidencial del G20 a fines de ese mes y la COP26 sobre Clima, a principios de noviembre.
Por parte de los movimientos sociales y organizaciones solidarias que se movilizan en la búsqueda de alternativas frente a la dominación que ejerce la deuda, los próximos tiempos ofrecerán también momentos y escenarios diversos para la acción. En septiembre habrá un encuentro del papa Francisco con los Movimientos Populares, y entre fines de ese mes y principios de noviembre se realizarán huelgas climáticas, Jornadas globales de acción contra la Deuda y el Cambio Climático, Contracumbres populares sobre la deuda y el extractivismo y otras acciones similares. Varias propuestas se están poniendo para la discusión que tienen que ver con las respuestas a estas preguntas: se trata de buscar ¿un alivio, la condonación, la anulación o el repudio de la deuda externa? Se busca ¿un perdón o el reconocimiento, mediante una auditoría, de las ilegitimidades e ilegalidades que se denuncian en relación a la deuda? Se quiere ¿asegurar la sostenibilidad de las deudas o de la vida? Se trata de ¿encontrar caminos de reparación de la deuda ecológica y climática que el Norte global ha acumulado con el Sur?, o de ¿seguir utilizando la deuda para consolidar nuevas formas de explotación y saqueo?
Desde la Alianza Global Convida20 y su Comisión de Deuda Externa y Renta Básica, el 14 de octubre de 2021, a las 11 hs Colombia (UTC-5), se adelantará el Foro: ¿Es justo pagar la deuda externa tras la crisis develada por la pandemia? Pretende aportar al posicionamiento del tema en medio de la crisis global e incidir en los gobiernos de cara a la resolución de la inmensa deuda que está poniendo en riesgo la sobrevivencia de las mayorías más empobrecidas. En el foro intervendrán el referente de los Derechos Humanos y Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la economista Beverly Keene de Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina; el P. Dominic H. Chai, S.J, de la Comisión Vaticana COVID-19; Monseñor Bruno Duffé ex Secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, el representante de Latindadd, Germán Niño. Se presentará, también, un mensaje de la profesora Attiya Waris experta en Deuda Externa y Derechos Humanos de la ONU.
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