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2 de diciembre de 2023

“Los engaños, el género y la vida en la Defensa del Territorio”.

Jackie Campbell, periodista y defensora de derechos humanos independiente de México participò del Coloquio Internacional “Michel Foucault: La verdad y las formas jurídicas” Programa de Estudios Foucaltianos (PEF) Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG) Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) del 13 al 17 de noviembre del 2023.
Queremos compartir con ustedes su ponencia que nos permite adentrarnos en la cruda realidad con un entramado de intereses que se llevan puestos no solo los Derechos Humanos de las mayorías sino también la misma vida.

“Los engaños, el género y la vida en la Defensa del Territorio”. 

En el Ejido El Bajío en medio de una mina ilegal de oro y con metales pesados en los polvos que se mezclan con la tierra semidesértica del noroeste mexicano, se respiran los efectos de la minería que han tocado los cuerpos de las mujeres en medio del cinismo y el engaño no sólo de la empresa minera, sino de las intimidaciones del gobierno y su compadrazgo con esos hombres del poder y la complicidad de la violencia de los grupos del narcotráfico. Los cuerpos y la vida de las mujeres siguen controlados, se les viola, se les explota, se les borra. Ninguna de las 64 sentencias judiciales a favor de las familias de ejidatarios han sido ejecutadas. El dueño de la mina es uno de los hombres más poderosos que hay en el planeta y su muerte no ha quitado el peso de la procuración de justicia para que repare el daño al territorio explotado pues no lo reconocen a pesar de lo visiblemente muerto, como los cuerpos que nacen sin vida de los vientres de las mujeres y que tampoco ven. La genealogía ambiental feminista plantea que los intereses de los hombres dueños de los megaproyectos y empresas, para satisfacer necesidades de los seres humanos, ha olvidado la protección del medio ambiente; al sacar minerales del subsuelo, la mina estadounidense y socia de la mexicana La Herradura, Minera Penmont, no sólo daña al ecosistema. ¿Cuál tragedia puede ser más grave en la realidad de México que la que viven personas defensoras de derechos humanos? Quizás es rebasada solamente por el número de feminicidios (Sólo en 2022 y de acuerdo a los datos que da el Instituto Nacional de Estadística (INEGI), un total de 3,800 mujeres fueron asesinadas de manera violenta en México), o bien, el número de personas desaparecidas, que actualmente su número se trata de modificar, recordando inclusive que como el uso de la máscara, cuando se quiere esconder, también se revela. El registro de personas desaparecidas (1) de 1964 al 22 de agosto de 2023 es de 110,985. En cuanto a asesinatos de periodistas, la organización ARTICLE 19 ha documentado 162 pérdidas desde el año 2000. De estos, 42 se han registrado durante el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador y 47 en el mandato anterior de Enrique Peña Nieto No se trata de una entidad federativa que sufra violencia, o de estados tomados por el narco, ni de personas críticas del sistema o del estado, sino de todo lo anterior mezclado con algunas otras variantes. Hay incluso defensoras de territorio beneficiarias del Mecanismo de Protección Federal para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (2) que han sido detenidas y se encuentran en  prisión; o han sido asesinadas o fueron desaparecidas y se ignora de su paradero. El discurso mañanero del Presidente de México pone en duda el trabajo de medios, defensores y organismos de derechos humanos, de manera tal que la criminalización inicia temprano de manera oficial. El poder se aplica y los ejecutores pueden ser integrantes del pueblo o del Estado mismo. Foucault para ello nos ilumina y ayuda a comprender. Cuando decidí sumarme a este Coloquio pensaba en el cinismo y la mentira de autoridades, grupos de narcotráfico y empresarios que en México van más de la hiperviolencia (3) y de lo que se habla hoy como macrocriminalidad (4), en particular la vinculada con la defensa del territorio en una comunidad del noroeste mexicano, y de los efectos de la minería en los cuerpos de las mujeres. Ese sometimiento que llega al extremo, cuando se posee y se destruye el cuerpo - territorio (5) que es aún invisibilizado en ellas, y que en medio del aislamiento, el huir para proteger sus vidas, no tienen oportunidad de generar y participar en espacios de auto cuidado, cuidado colectivo y sanación, y esa ausencia, incluso se siente no solamente en cuanto a su participación activa y decisiva en toma de decisiones ejidales y de defensa del territorio - o su falta -, pero también en la comprensión de que el autocuidado es un tema político. La voz de quien en este momento me merece la atención, Abigail, es una mujer trabajadora de una mina de oro, quien identifica los engaños de la empresa minera, pero es sólo un ejemplo, pues la afectación en ella es muy similar a la de otras mujeres no obreras, no trabajadoras del laboratorio, sino cualquier mujer que viva en el área de la mina con los polvos de los metales que se generan, incluso a kilómetros de distancia del emprendimiento minero. La voz de ella será acompañada por voces de otras dos mujeres que no están en su territorio, pero a quienes acerco a ella para que la acompañen. La defensa del territorio no se hace de manera individual, ni se hace desde los hombres solos; se requiere de las familias, pero sobre todo de las mujeres, cuyo cuerpo se ve afectado no sólo en función de actividades o eliminacín de flora o fauna, sino desde el alma, el óol, como se le nombra en las comunidades maya, mismo que debe protegerse para preservar la vida.

1.- La Reforma Agraria fue una de las aspiraciones de la Revolución Mexicana, que tuvo como uno de los principales objetivos repartir tierras a los campesinos. Para otorgarles la posesión legal de su espacio de trabajo y garantizar su seguridad alimentaria y autonomía de organización, en 1971 se entregaron 22 mil hectáreas de parcelas comunales por el presidente de México Luis Echeverría Álvarez a algunos jornaleros que fundaron el ejido El Bajío. La comunidad está entre los municipios de Caborca y Puerto Peñasco, en el estado de Sonora, noroeste mexicano, junto a Arizona, y frente al Golfo de Cortés, en el Desierto de Altar. La zona es controlada por un cartel del narcotráfico encabezado por un sobrino de Rafael Caro Quintero quien mantiene una disputa por el control de la región con otro grupo local llamado “los Salazar” (6). Hoy el ejido está formado por herederos de los primeros pobladores e incluso el primer comisariado ejidal; algunos son mixtecos de la Sierra de Oaxaca, otros llegaron del estado Zacatecas; casi ninguno vive hoy ahí por miedo a ser asesinado, desaparecido, o detenido por la defensa de su territorio y de su dignidad. De los 67 ejidatarios actuales, menos de 10 son mujeres. Las y los que viven más cerca, están en Tijuana,  Mexicali (Baja California) o San Luis Río Colorado (Sonora). La historia reciente del ejido cuenta con 4 asesinatos, 12 detenciones, y la nula ejecución de 64 sentencias favorable al ejido. El 12 de febrero de 2018 arribaron pistoleros al ejido y levantaron al matrimonio Raúl Ibarra de la Paz y Noemí Elizabeth López Gutiérrez, quienes después aparecieron asesinados. El 28 de abril del año 2021 fue localizado asesinado el ex comisariado ejidal, José de Jesús Robledo Cruz y su esposa María de Jesús Gómez Vega; los criminales dejaron sobre su cuerpo un mensaje amenazando a los 12 ejidatarios que encabezan la lucha contra la minera Herradura. En esta zona se encuentra una de las principales minas de oro a cielo abierto del país. La Herradura, que inició sus operaciones de manera ilegal en 1997 y cuenta con una superficie de 800 mil hectáreas. Entre 2010 y 2013, la minera Penmont extrajo de manera ilegal 236.709 onzas de oro del ejido El Bajío, según consta en sus reportes (7). Para ello dinamitó y movió 10.833.527 toneladas de piedra. La sentencia del Tribunal unitario unitario Agrario del distrito 28, emitida el 8 de diciembre de 2014, obliga a Penmont a regresar el oro extraído, el cual formaría un cubo de 70 × 70 × 70 centímetros y tendría un valor de 436 millones de dólares. En el ejido El Bajío no está trabajando la mina. Es así como se declaró ilícita la ocupación de la minera y se le condena a la mina la devolución del mineral (oro) extraído en lo que duró su ocupación ilícita; la descontaminación de las tierras hasta dejarlas en condiciones aptas para trabajarlas como campesinos que son; la restitución de las mismas, es decir, que queden como estaban cuando la mina las tomó con flora y fauna; pago de rentas a ejidatarios durante el tiempo que duró la ocupación; si no puede hacer lo anterior, indemnizar al ejido que es el propietario de las tierras (8). Sin embargo hay varias minas cerca. El proyecto de la Herradura (que está a 8 kms al norte) integra a La Soledad y Dipolos, que están juntas. La otra es Noche Buena (a 25 kms). Todas explotan oro.

 2.- El poder económico que se ha superpuesto al poder del Estado y de las necesidades de la población y el equilibrio ambiental, se ha validado a partir de relaciones de poder colonialistas y patriarcales que se afianzan a partir de las prácticas sociales, sea con postulados basados en la ciencia o en la tradición, así como las narrativas impuestas a través de medios de comunicación, lo cual normaliza el despojo, la contaminación y la explotación humana y de la tierra. La finalidad de instituciones como las fábricas, las escuelas, los hospitales, las prisiones (agregaría los conventos) es la de fijar al individuo a un aparato de normalización, pues buscan ligar al individuo al proceso de producción, formación o corrección de los productores, que habrá de garantizar la producción y a sus ejecutores en función de una determinada norma (9). Las instituciones -pedagógicas, médicas, penales, industriales-, “tienen la curiosa propiedad de contemplar el control, la responsabilidad, sobre la totalidad o casi la totalidad del tiempo de los individuos, son, por tanto, unas instituciones que se encargan en cierta manera de toda la dimensión temporal de la vida de los individuos”. Aparentemente… Las fábricas están hechas para producir, los hospitales para curar, las escuelas para enseñar, las prisiones para castigar… “Su funcionamiento supone una disciplina general de la existencia, que supera ampliamente las finalidades para las que fueron creadas” (10). El control de los  individuos no puede ser efectuado por la justicia, sino por una serie de poderes laterales a decir de Foucault. Según Foucault, dentro de la historia contemporánea del control social del cuerpo, se muestra que hasta el siglo XVIII el cuerpo de los individuos es fundamentalmente la superficie de inscripción de suplicios y penas; el cuerpo había sido hecho para ser atormentado y castigado, aunque desde el feminismo, esto tendría una marcada diferenciación por sexo, raza y posición social. Ya en las instancias de control que surgen en el siglo XIX, el cuerpo adquiere una significación totalmente diferente y deja de ser aquello que debe ser atormentado para convertirse en algo que ha de ser formado, reformado, corregido, en un cuerpo que debe adquirir actitudes, recibir ciertas cualidades, calificarse como cuerpo, capaz de trabajar. La primera función del secuestro del cuerpo era explotar el tiempo de tal modo que el tiempo de los cuerpos de los hombres se transformará en tiempo de trabajo, en tanto que el de las mujeres ha sido sostener ese cuerpo de manera invisibilizada pero funcional. Las instituciones han hecho que los cuerpos sexualizados, se conviertan en fuerza de trabajo formal e informal. Finalmente y aunado al poder económico, político y judicial que se toman las instituciones secuestradores de la fuerza laboral, tienen un poder epistemológico, en la que Foucault observa su posibilidad de extraer saber “de y sobre los individuos ya sometidos a observación y control de los diferentes poderes” (11). Esto se puede constatar en cómo los cuerpos de las mujeres a partir del siglo XIV se les sustrae mediante la práctica médica patriarcal para descubrir la ginecología, cuando en la edad media las mujeres tenían un conocimiento reconocido socialmente sobre sus cuerpos (12).

3.- El cuerpo para Foucault no es una herramienta, sino el ser mismo, producto de las técnicas disciplinarias que reflejan su utilidad. Es el espacio donde se escribe la realidad social y en tanto, un territorio en sí mismo atravesado por normas, valores, prácticas y percepciones en una dinámica de doble entrada entre la realidad tangible e intangible. Cuerpo-territorio, para Lorena Cabnal es un concepto del feminismo comunitario latinoamericano en la lucha por la naturaleza. Es un planteamiento asumido como consigna política, que después se convierte en propuesta de Feministas Comunitarias desde las mujeres xinkas, como un acto político emancipatorio y en coherencia con la defensa de derechos humanos y la justicia de género de que ‘lo que no se nombra no existe’ (13). El cuerpo es el territorio habitado en el que se expresan los conflictos desde la subjetividad. En el cuerpo se plasman las luchas, las pasiones, las angustias y las resistencias; se piensa, se decide, se sana, se siente placer, cansancio, alegría, rebeldía, como suele decir Cabnal en sus charlas. Por ello con frecuencia -milenariamente- es un territorio en disputa por los patriarcados, en el que la hegemonía del sistema económico y político pretenden asegurar su sostenibilidad desde y sobre el cuerpo de las mujeres. En el cuerpo de las mujeres, se decide con plenitud y libertad. La propuesta del feminismo comunitario es radical, porque es anti patriarcal, anticapitalista y anti racista. Plantea la recuperación de las luchas ancestrales y los saberes. Nos revela lo que llaman “el entronque patriarcal”, que es el resultado del patriarcado ancestral y el patriarcado colonialista, que finalmente ha  hecho del cuerpo sexualizado y racializado de las mujeres, un instrumento más de poder y dominio. Al mismo tiempo, en el cuerpo se reflejan igualmente las resistencias contrahegemónicas. Así, el mapeo de los conflictos territoriales que vivimos a través de la representación en el propio cuerpo, nos permite generar una explicación territorial del conflicto a través de la subjetividad corpórea. Se trata de una herramienta explicativa hacia fuera pero también autorreflexiva porque exige ubicarnos de forma corporal en los conflictos territoriales.

4.- El nacimiento del capitalismo, la transformación y aceleración de su proceso de asentamiento se traducirá en este nuevo modo de invertir, materialmente las fortunas… Estas fortunas están directamente expuestas a la depredación (14). La riqueza de los siglos XVI y XVII se componía esencialmente de fortuna o tierras, especie monetaria o, eventualmente, letras de cambio que los individuos podían negociar. En el siglo XVIII aparece una forma de riqueza que se invierte en un nuevo tipo de materialidad, que ya no sólo es monetaria: mercancías, stocks, maquinarias, oficinas, materias primas, mercancías en tránsito y expedición. Las materias primas serían recursos que, desde la colonia hasta hoy se basan nuestras relaciones comerciales del sur global con el norte global, a cambio de productos, ultraprocesados y servicios que destruyen la autosuficiencia alimentaria y se basan en la explotación de la mano de obra barata para las transnacionales. (La policía de Londres nació de la necesidad de proteger los Docks, los almacenes y los depósitos. Esta es la primera razón, mucho más fuerte en Inglaterra, que en Francia, de la aparición de una necesidad absoluta de control) (15). Visto esto, y frente al inminente colapso climático que enfrentamos, un componente central del concepto de Capitaloceno (16), es que las condiciones del desarrollo capitalista no pueden reducirse ni al mercado mundial ni a la separación de los medios de producción de la fuerza de trabajo como tal. El origen del Capitaloceno debe situarse entre los siglos XVI y XVIII donde se formó la narrativa ideológica al servicio del sistema de organización del poder, distribución del excedente y (re)producción de la red de la vida. La acumulación del capital se entiende a partir de la existencia, producción y explotación activa de la naturaleza que no tiene cálculo monetario (fuerza de trabajo, alimentos, energía, materia prima) en el proceso productivo, por lo que una parte considerable de los costos generales de producción se expresan como externalidades que no son asumidos por la economía monetaria. Los agentes económicos están en competencia y la explotación máxima de sus condiciones de producción son un mecanismos necesario para la extracción ininterrumpida de ganancias. Del pensamiento ecológico contemporáneo, y nuestras nociones sobre la naturaleza y su degradación: comprendemos la concepción que coloca a la historia ambiental como algo ajeno a las relaciones sociales. En consecuencia, funciona como una narrativa que describe el ámbito de lo no humano como formado de sustancias, es decir, como objetos o cosas aisladas de las relaciones sociecológicas de las que forman parte. Por eso la naturaleza y toda la red de la vida son funcionales al capitalismo en tanto posibilitan la acumulación de valor. Son una mercancía, jamás un derecho.

5.- El extractivismo se refiere a la obtención de recursos naturales, en gran volumen y alta intensidad, orientada a la exportación de materias primas sin procesar, o con un procesamiento mínimo. El Banco Mundial define a la minería como una industria extractiva capaz de remontar la pobreza, generar empleos, proveer ingresos fiscales y promover el desarrollo sostenible (17). Hay dos tipos de articulación entre el modelo de desarrollo y el extractivismo: el convencional o clásico que es realizado por empresas transnacionales con bajos niveles de tributación, asumiendo que los beneficios para el país huésped (o el local) se lograrán mediante mecanismos de mercado; el nuevo extractivismo progresista que otorga mayor presencia al Estado nacional mediante la imposición tributaria y mayores controles sobre la producción. Extractivismo depredador. El más agresivo, enfocado en el uso de tierras hasta su erosión y agotamiento, lo cual ocurre en cortos periodos de tiempo. Se crea un pequeño y precario mercado de trabajo, ya que el principal objetivo es la exportación de materias primas, aportando altas tasas de ganancia para las empresas. Extractivismo indispensable. Actividad a cargo de los pobladores de la zona que no busca rentas extraordinarias para la exportación, sino más bien, la distribución de bienes que puedan cubrir las necesidades de alimentación y cobijo de la población. La minería a cielo abierto forma parte de la convencional (por sus niveles de tributación) y depredadora (por su impacto ambiental). Consiste en extraer a cielo abierto más de un millón de toneladas de materia al año en al menos mil hectáreas de superficie afectadas por la misma mina. No se siguen vetas subterráneas con concentraciones de oro y plata, como antes, sino que se extraen minerales que se encuentran dispersos en grandes extensiones de superficie, utilizando sustancias tóxicas para separar el mineral del suelo. La “fenomenología del horror” describe el escenario desarrollista minero: [...] niñas y niños con elevados niveles de plomo en sangre, poblaciones enteras con metales pesados corriendo por sus venas, ríos disecados, fuentes de agua contaminadas, aires saturados de sulfuros, enfermedades en la piel y sistema respiratorio, afecciones digestivas y neurológicas, aumento exponencial de casos de cáncer en localidades aledañas, trabajadores retirados tempranamente e inhabilitados con enfermedades graves [...] territorios cianurados, paisajes con aguas ácidas, desertificación y pérdida de especies, biodiversidad degradada irreversiblemente, montañas de escombros junto a grandes represas de lodo contaminado y gigantescos cráteres (18). De manera general, se ha comenzado a contratar a más mujeres en empresas mineras como un acto de responsabilidad social. Los empleadores aluden a supuestas cualidades femeninas como mayor responsabilidad, puntualidad y compromiso laboral, y sucede exactamente lo mismo en la mina de oro La Herradura.

 El sistema patriarcal resulta funcional a la extracción minera porque la subordinación femenina contribuye a la acumulación de capital. Las mujeres constituyen nuevos actores sociales en un mercado laboral masculinizado (19), trastocando solo de manera muy marginal las relaciones de poder en un contexto de brusca transformación ambiental y social. Las supuestas cualidades femeninas por las que se contrata a las mujeres terminan jugando en contra de ellas, al implicarles dobles y extenuantes jornadas de trabajo. En ocasiones incluso tienen que invertir parte de su salario en el cuidado que ellas ya no pueden proveer. La contratación de mujeres con el argumento de que son mejores trabajadoras sirve para que las empresas fortalezcan su rostro de responsabilidad social sin hacer el menor esfuerzo para aligerar las responsabilidades femeninas para con la empresa, la comunidad y la familia.

6.- Mujeres atadas de por vida en el tiempo que las sujeta la empresa, sean o no trabajadoras, pues los efectos de la minera, devastarán el cuerpo-territorio en su totalidad. “Hay situaciones por las cuales no puedes callar. Defender aguas y bosques es un asunto de dignidad. Un poco de amor hacia alguien o hacia tí misma. A mí me es muy complicado a veces no poder entender a las personas que fácilmente pueden vender sus bienes, pueden vender su tierra, pueden vender su agua. Para empezar como si les perteneciera, y segundo porque es vender parte de tu identidad. Es ofrecerte a tí misma, ofrecer tu territorio a que hagan lo que quieran. “Tengo una idea un poco macabra, de lo que es el territorio, creo que nuestra tierra es la madre tierra, la que nos alimenta, la que nos da de comer, y no dejo de poderla comparar como una mujer en una situación de trata; creo que a nuestra tierra la han hecho adicta a agroquímicos, a tóxicos, para estar produciendo y estarle sacando todo lo que lo que se puede de ella, no puedo dejar de recordar a las mujeres que han vivido situaciones de trata y de explotación sexual, que están llenas de drogas para poder estar comercializando y mercantilizando con ella. Hasta desde una postura feminista creo que es muy difícil que no te metas a la defensa territorial, considerando la madre tierra como la mayor mujer. “Fue un movimiento que se organizó desde una visión muy patriarcal porque fue una misión de proteger las tierras, de proteger las huertas, de proteger mi propiedad… Vienen a trabajar (otras personas, y los ejidatarios dicen:) “con que no se metan con el pueblo”. Pero de repente fue de no, espérate, no. Estamos permitiendo que también se estén llevando nuestro futuro y se están llevando nuestras vidas y eso, y eso no lo alcanzan a ver, literal, ellos no lo ven. No ven que sin agua, no puedes cocinar, que sin agua, no puedes lavar, que sin agua, no puedes vivir, no ven las enfermedades por los agrotóxicos, los cánceres, los abortos, no ven hacia futuro, literal, no. “Las amenazas y agresiones no es igual para hombres que para mujeres. A las mujeres siempre nos atraviesa el tema sexual, siempre la manera más fácil de podernos minimizar es cuestionando nuestra moralidad  sexual, cuestionando… A mis compañeras a las que tienen hijos, es la primera cosa con la que las amenazan; recordaba el caso de una compañera, cuyo esposo también participa dentro del consejo, y mientras al esposo no le han dicho nada, mi compañera, que es súper ruda, me encanta, yo la adoro. Llegan con ella y la amenazan con su hijo, le dicen: “tú cuídate porque también tienes hijos”. ¿Por qué a ella sí le dicen de sus hijos, y por qué a su esposo no? ¿Por qué con su esposo tienen la capacidad de hablar, y por qué con una no? La verdad es que siendo sincera, el mayor miedo que tengo, no es que me maten, mi mayor miedo es que me tomen para trata de personas en los campos de explotación que tiene el crimen organizado. Porque al final como mujeres le servimos más vivas, que a veces muertas (20)”. El papá de Abigail fue uno de los que estuvo en prisión. Cuando se le pregunta cómo enfrentó esa etapa, baja la mirada y no puede contener el llanto. Otra de las mujeres, pretende disculparla porque no puede abordar la perspectiva de hija. Dice que ella no quiere recordar porque, por su papá que estuvo en la cárcel, ella tuvo que meterse en la mina a trabajar y arriesgarse a diario. “A veces es imposible hablar”, dice la señora, y claramente se ubica que no han tenido un espacio comunitario para hablar sobre las detenciones, ni los asesinatos o persecuciones vividas, tanto por la policía municipal, como por la estatal o sicarios contratados por la mina. La joven se repone y escucha que para sanar, hay que nombrar lo sucedido. “Yo tenía mi niña 1 año 6 meses mi niña grandecita, pues decíamos qué íbamos a hacer, mis hermanos estudiando, y la pasamos difícil. En ese tiempo yo me decidí buscar trabajo y dije por lo menos apoyar un poquito a mi familia, a mi mamá, a mis hermanos. Y dije, la opción era la mina. En ese tiempo mi esposo estaba trabajando, y el fue quien me llevó con la solicitud, y sí. Pero yo pensando en ese tiempo en que no nos iban a aceptar por ser hijos de ejidatarios, más que nada, y por eso, porque estabamos ahí en el ejido. Y pues sí quedamos., entré a trabajar pensando que las cosas iban a mejorar a superar uno. Porque ya te imaginas tu entrar a trabajar a una mina y dice, ah, te llegan las utilidades y te llega un buen dinero, pero no, en realidad no. Eso es cómo abusan de las gentes de alrededor, de las comunidades. Es con las mismas gentes que trabajan dentro de la empresa, no los apoyan, al contrario, pues explotan al trabajador, más que nada para ellos poder tener todos sus lujos. Porque así los miramos nosotros de que ellos nomás progresan y a la gente pues no. Oye pues gracias a la gente trabajadora ellos tienen lo que tienen. Ellos tienen que ayudar a la gente que trabaja, sí con la gente obrera, sin embargo ellos no lo hacen. Ellos no más explotan; para ellos y nada más” (21). Trabajando dentro de la empresa minera, Abigail queda embarazada. Betsabé, su hija, nace con 3 problemitas de salud: Agua en el “cerebro”, espina bífida; y un órgano comprometido. Lleva una válvula para que el agua baje de la cabeza. A los 4 meses de embarazo se enteró de los problemas con los que venía el producto. Cuando ella estaba embarazada, Una ingeniera también quedó embarazada y nació enfermo su  hijo. Pero nunca supo lo que él tenía. La empresa minera y los médicos, dijeron que no sabían las causas por las que ese niño había nacido mal. Abigail dice: “Nos revisan con un rayos x cada día al salir de la mina, para revisar que no lleves algo de la mina. A la entrada y a la salida. Cada vez que voy a revisión médica me descuentan el día. Cuando pasa accidente ahí dentro, descuentan salario de trabajadores; a toda el área donde sucedió el accidente. El bono mensual de 1 mil pesos, también es descontado por los accidentes” (22). La minera la acaba de despedir; está embarazada de nuevo. Dice que no va a dejar la lucha, que seguirá apoyando a su papá y a su mamá. Ella quiere seguir teniendo hijos, porque es su derecho a decidir.

7.- La tierra estéril para la empresa puede tener 32 metales diferentes que en la tabla periódica vienen como metales tóxicos (metales pesados), los cuales mezclados y combinados, rompen la estructura geológica y se exponen, por lo que hay un proceso de lixiviación natural que incrementa la toxicidad. Los polvos no se quedan en la mina. Las comunidades tienen las condicionantes de la sierra, tienen ventanas de aire, con corrientes naturales que dispersan los polvos. De manera tal que se tienen muchos metales, mucho volumen, y las 24 horas al día (tiempo, volumen y cantidad de metales). Las tres condiciones. Los trabajadores están expuestos. Trabajan todos los días, y con calor, hasta las botas se quitan. Por otra parte, en las oficinas hay filtros de aire, agua potable, y descanso de sábados y domingos. Quienes más se enferman son las mujeres que no trabajan en la mina. Por la ropa y el agua contaminados. La ropa de la familia se lava en la misma lavadora, tanto del marido obrero, como la de la mujer y los hijos. Se recomendaría lavar con agua embotellada (improbable por el gasto). Y mojarse un par de veces con agua de garrafón, después de quitarse el jabón al bañarse para desintoxicar el cuerpo (la piel). Piel, nariz e ingesta, son condicionantes de toxicidad. En las comunidades no tienen modelo de casa con puertas, paredes, techo, hay más espacios abiertos, más polvo. Cerrar casas no será posible con tanto calor. Y en las escuelas, hay problema de aprendizaje por neurotóxicos. No es por que no puedan aprender, sino por el polvo que respiran. Filtros en las escuelas no están en los contratos de las mineras, y no los colocarán jamás. Sin embargo, hacen campañas para desacreditar a las familias diciendo que en la combustión de la leña, en el cigarro, hay plomo. Lo mismo que la novela mexicana “minas de pasión”, en que se cubre el discurso de muerte por el del desarrollo. Ventanas de vulnerabilidad son menores de edad, adultos mayores y mujeres embarazadas. En este caso, durante la gestación, el proceso da fuerza para el bebé que se forma, y recibe los metales que ya tiene la mujer en el torrente sanguíneo, por la placenta y el cordón, cuando el bebé recibe el ADN, choca. Para formar una mano se altera, y el bebé nace sin una mano. “En grupos de mujeres embarazadas, de 60 mujeres, el 65% tuvo parto prematuro y abortos; el 80% nació con deformación, de las cuales el 10% las deformaciones fueron externas e internas. Los bebés con todos los dedos de los pies pegados y sin un pulmón, o cualquier otro órgano, nacerán. Y morirán antes de cumplir el año por el polvo del ambiente” (23). “La salud, cuando un miembro de nosotros se enferma, se debilita, se va apagando su óol, nos preocupa; entonces recurrimos a la medicina sanadora, las hiervas, agua, viento, fuego y el alimento, pero ¿qué está pasando con nuestra medicina? Dónde agarramos nuestras hiervas sanadoras si nos lo están talando, fumigando y sustituyendo por otras plantas, dónde agarramos nuestra agua sanadora si nos lo están contaminando y nos lo están robando, dónde agarramos nuestros vientos si nos lo están privatizando para volverla energía eólica. La medicina que levanta el óol, que sana, ya nos lo están destruyendo. Por falta de medicina para curar enfermedades que antes no habían, muchos se obligan a pensar que necesitan del capital, me llena de mucha pena ver cómo hermanos nuestros, hermanos mayas, han abrazado, han permitido y los han hecho creer que el capital es tan importante, y hay que defender y apoyar cualquier supuesto desarrollo que llega a la península de Yucatán y otros pueblos originarios. Eso es lo que hace el capital, rompe el tejido social, la convivencia y la organización maya; nos llenan la cabeza de mierda y nos hacen creer que el dinero es necesario, mucha gente se lo cree, porque mucha gente se está enfermando… Siguen sin respetarnos, según ellos porque a nosotros como pueblos indígenas no nos lastiman, pero ellos no pueden entender que si enferma nuestro territorio, también enfermamos nosotros. Los invasores no entienden” (24). El acuerdo de Escazú, que implica derechos como la información, la participación y el acceso a la justicia, dice que se tienen que establecer medidas para reducir o eliminar barreras al ejercicio del derecho a la justicia, que tiene que haber procedimientos para hacerlo efectivo, así como mecanismos de sistematización de las decisiones judiciales, además de atender necesidades de personas y grupos en situación de vulnerabilidad mediante el establecimiento de mecanismos de apoyo. En una lectura del mundo de Paulo Freire, el mundo desigual puede ser leído por la óptica del opresor o por la del oprimido, sin caretas, sin mentiras. Octavio Paz, en el Laberinto de la Soledad habla de las máscaras sin máscaras, las que se utilizan en diferentes circunstancias. Cuando Carlos Salinas de Gortari no era bien visto como ex presidente en México, Carlos Monsivais dijo que la única manera de pasar desapercibido era poniéndose una máscara de sí mismo. La máscara esconde, pero al mismo tiempo también revela. Sólo en el teatro no habrá manipulación o hipocresía, sino honestidad. Eugène Ionesco, en su obra La Lección, no nos ofrece exactamente un ejemplo para enfrentar la crisis y crear cuerpos emancipados y resilientes, pero nos presenta el drama de la violencia de manera cínica desde el teatro del absurdo para que rompamos el patrón. Debemos dejar atrás las prácticas y modelos pedagógicos en los que una de las partes tenga angustia, dolor, miedo. El planteamiento de la educación como relación de poder y opresión, y el uso del conocimiento utilizado para oprimir, no es una invitación de Foucault; que sea ésta más bien a seguir luchando, transformando, llenando de vida y energía, mientras nos queden días en esta tierra, que nos sigamos atreviendo y enfrentando.



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