OPINIÓN
19 de enero de 2024
Guatemala Camina hacia una nueva primavera
Fernando Bermudez, Teólogo y coordinador de la comisión de migrantes de la Alianza Convida20 reflexiona sobre el proceso politico en Guatemala con Arevalo y Herrera
Por: Fernando Bermudez
El pasado 20 de agosto se celebraron elecciones generales en Guatemala. Las encuestas oficiales daban la victoria a un partido conservador, que respondía a los intereses de las redes corruptas y al modelo económico neoliberal extractivista depredador, que sigue obligando a millones de guatemaltecos y guatemaltecas a sobrevivir en la pobreza. Multitud de defensores de derechos humanos, abogados y periodistas independientes han sido sistemáticamente difamados, criminalizados, amenazados, perseguidos, acusados, encarcelados o exiliados por individuos que ocupan altos cargos en las instituciones del Estado. No toleran las denuncias de las múltiples tramas de corrupción.
Desde la firma de la Paz en 1996, una minoría apoyada por el poder ejecutivo, legislativo y judicial se ha venido beneficiando de la riqueza del país, mientras las mayorías del pueblo se han ido quedando cada vez más hundidas en la pobreza. Guatemala es uno de los países con mayor desigualdad social del planeta. Un país rico lleno de empobrecidos. Ocupa el lugar 117 en desarrollo humano. El porcentaje de desnutrición infantil sobrepasa el 49%; y la tasa de mortalidad infantil es del 59 por 1.000.
La sorpresa de todos fue que en las elecciones del 20 de agosto ganó con mayoría absoluta el candidato progresista Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla, apoyado por organizaciones sociales urbanas y campesinas. Inmediatamente, numerosos ciudadanos depositaron sus esperanzas en este partido al que se unieron organizaciones indígenas.
Esto no lo aceptó el Presidente Giammattei ni el “Pacto de corruptos”, que es una coalición de redes y partidos formados por funcionarios, políticos, empresarios, grandes terratenientes, militares y estructuras criminales relacionadas con el narcotráfico. Este “Pacto de corruptos” es un grupo criminal que controla el Estado e impone una sociedad conservadora, de extrema derecha, racista. Los integrantes de este grupo se consideran dueños del país, sin importarles que la gente muera de hambre, sin servicios públicos de salud, educación, techo y trabajo, obligando a la población a emigrar hacia el norte.
Las instituciones controladas por el “Pacto de corruptos” trataron de impedir la toma del poder de Arévalo y la candidata a la vicepresidencia, Karin Herrera. Pero el pueblo guatemalteco, sobre todo campesinos e indígenas se movilizaron en apoyo a Arévalo. Asimismo, los partidos de la izquierda e indígenas: URNG-Maíz, Winag y MLP (Movimiento para la Liberación de los Pueblos) optaron por apoyar a Arévalo.
El pasado 14 de enero Arévalo asumió la presidencia del gobierno Bernardo Arévalo en medio de la resistencia violenta de los diputados de partidos conservadores, obligando a retrasar el acto de toma de posesión.
¿Quién es Bernardo Arévalo? Es un socialdemócrata consciente de la crítica realidad de Guatemala. Un hombre honesto, con ideas progresistas y de cambios estructurales. Nació en Uruguay durante el exilio de sus padres. Es hijo del ex presidente guatemalteco Juan José Arévalo quien gobernó de 1945 a 1951 durante el periodo de la revolución democrática. Tras el golpe de Estado apoyado por Estados Unidos (año 1954) contra el gobierno revolucionario de Guatemala salió al exilio con sus padres. Es sociólogo, filósofo, diplomático y escritor. Su objetivo principal es combatir la corrupción, que es el camino para la democratización del país y la realización de los cambios estructurales que posibiliten la justicia social y el bien común.
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!