POLITICA
10 de agosto de 2024
El régimen de Daniel Ortega expulsó al Vaticano a siete sacerdotes detenidos en las últimas semanas
NICARAGUA:
Los religiosos fueron detenidos entre el 26 de julio y el 5 de agosto pasado y se encontraban bajo vigilancia policial en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua
El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua informó este jueves que envió al Vaticano a un grupo de sacerdotes nicaragüenses que, según fuentes católicas, se encontraban detenidos y bajo vigilancia policial en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua.
Los Según la investigadora, la Policía de Nicaragua sacó del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, donde estaban recluidos los religiosos, “a 7 de los 8 sacerdotes que se encontraban secuestrados”, y trasladados al aeropuerto internacional de Managua.
Los sacerdotes nicaragüenses enviados al Vaticano fueron identificados como Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero, que en su mayoría pertenecen a la Diócesis de Matagalpa (norte).
La Diócesis de Matagalpa es dirigida desde el exilio por el obispo Rolando Álvarez, que fue excarcelado y enviado a Roma en enero pasado.
Con el envío de esos siete religiosos, suman 46 los sacerdotes que han sido expulsados de Nicaragua desde abril de 2018, cuando estalló una crisis social y política.
Fuentes políticas dijeron a EFE que el régimen de Ortega está presionando al Vaticano para nombrar un nuevo obispo en la Diócesis de Matagalpa.
El régimen acordó en enero pasado con la Santa Sede el envío al Vaticano de Álvarez y del obispo Isidoro Mora, junto a 15 sacerdotes y dos seminaristas nicaragüenses, a los que tenía privados de libertad.
El 18 de octubre pasado, el régimen nicaragüense también excarceló a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano tras un acuerdo con la Santa Sede, aunque entre estos no estaba el obispo Álvarez, que se resistía a abandonar el país.
En esa ocasión el obispo Álvarez, que tenía casa por cárcel, se negó a subirse al avión, fue enviado a una prisión de máxima seguridad, y condenado a 26 años y cuatro meses de prisión,
despojado de su nacionalidad, y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida, por delitos considerados de traición a la patria.
Las relaciones del régimen de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
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